CESBA en los Barrios: Ya recorrimos 17 hospitales y varios CESAC

Tras haber visitado la totalidad de las comunas, el Consejo Económico y Social continúa realizando la segunda ronda de acercamiento a las diferentes instituciones sociales, productivas y culturales de la Ciudad, para conocer de cerca sus problemáticas. A continuación, algunos ejemplos de cómo encontramos el sistema público de salud porteño.

Con el programa CESBA en los barrios llevamos visitados 17 hospitales y, también, los CESAC de Mataderos y de la Villa 31. Para nosotros la salud es prioridad, por eso nos enfocamos en ver de cerca cómo están los hospitales porteños, cuáles son sus fortalezas y cuáles sus mayores problemas.

En la Villa 31 de Retiro, por ejemplo, recorrimos los CESAC junto a los profesionales que allí trabajan, y también vimos el edificio nuevo que va a unificar el servicio de salud en el barrio. Lo que los médicos pidieron, especialmente, es que cuando se inaugure el nuevo CESAC, los otros tres que funcionan en el barrio se mantengan, en lugar de cerrarse, porque dicen que con el nuevo tampoco va a alcanzar para brindar la atención suficiente. Y que continúe el aprovisionamiento de leche para las madres, porque la situación es crítica. En el CESAC de Mataderos, a su vez, encontramos algo que no se puede creer: tienen ocho equipos de acondicionadores de aire sin utilizar, porque no poseen una infraestructura eléctrica que los soporte.

Otros hospitales reclamaron mayor inversión. En el Dueñas, hospital de odontología de la Comuna 6, hablamos con Ana Paula Severino, la directora. Nos contó que no pueden utilizar los compresores nuevos, necesarios para que los sillones odontológicos funcionen, porque las cañerías por donde debe circular el aire están inutilizables. Para esto no haría falta una inversión grande, se debería arreglar el tema en poco tiempo, solo hace falta voluntad política.

En el Vélez Sarsfield, de Monte Castro, tienen problemas con los turnos, pero la atención es excelente. Una señora se nos acercó a comentarlo. Los turnos, en cambio, son un tema complicado, pero los profesionales se destacan multiplicando sus esfuerzos. Otro problema que tienen: se les arruinó el mamógrafo y no tienen tomógrafo, por lo que deben derivar ese tipo de consultas. En el Ramos Mejía también hay profesionales excelentes: trabajan genética cardíaca en el máximo nivel. Tienen un banco de genoma cardiovascular con más de 400 muestras, se especializan en Pediatría y en Neurología, y abarcan enfermedades poco frecuentes.

Otro hospital que visitamos fue el Fernández, en Palermo. Allí trabajan 2.600 personas. El hospital recibe 12 mil internaciones, hace más de 4.200 cirugías y 1.900 partos por año. Ignacio Previgliano, su director, nos contó que hay un 70 por ciento de ausentismo en los turnos que toma la gente. Es decir, la gente toma un turno y no va. Por eso, quieren armar un cuestionario digitalizado para ver de antemano si las consultas son necesarias o no.

Previgliano también nos dio datos poco conocidos del Sistema de Salud porteño: en lo que iba del año cuando estuvimos allí, que fue a mediados de marzo, se habían atendido 106.939 pacientes. De estos, el 96,4 eran argentinos o tenían documento argentino. Solo un 1,8 por ciento poseía documento de identidad de algún país latinoamericano, y el otro 1,8 por ciento restante, pasaporte de turista o de persona en tránsito. Esto, claramente, contradice el relato  de que los inmigrantes vienen a atenderse de a millones.

Todos los datos, información y reclamos de los hospitales y centros de salud los trabajamos en el CESBA y luego elaboramos recomendaciones al Poder Ejecutivo de la Ciudad y, en algunos casos, podemos redactar proyectos de ley, ya que el Consejo tiene iniciativa parlamentaria. Porque esas son las misiones del CESBA: ser una incubadora de ideas y establecer puentes y mayor comunicación entre la vida de la Ciudad y el Gobierno porteño.

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