Buenos Aires Enfrenta un Desafío Demográfico: El Envejecimiento Poblacional y sus Implicaciones

Buenos Aires, 30 de mayo. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra en una fase avanzada de envejecimiento poblacional, un fenómeno demográfico que, si bien es global, se manifiesta en nuestra ciudad con particular intensidad y rapidez. Este proceso, impulsado por una combinación de bajas tasas de fecundidad y un aumento en la esperanza de vida, presenta tanto desafíos significativos como oportunidades para el desarrollo de nuevas políticas y servicios.
Según datos presentados por la Dirección General de Estadística y Censos y el Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires (CESBA) en un encuentro reciente, en 2022, el 23% de la población de CABA tenía 60 años o más, una cifra notablemente superior al promedio nacional del 16.2%. Las proyecciones indican que para 2040, este porcentaje ascenderá al 28%.
El impacto de estas tendencias fue el foco de la reunión con miembros consejeros de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social del CESBA celebrada el 29 de mayo de 2025, donde especialistas como Ximena de la Fuente (Fundacion FUNDAR), María Eugenia Lagos (Directora de Estadisticas y Censos GCBA), Agustín Salvia (OSDA-UCA) y Vilma Paura (FLACSO), expusieron sobre la “Dinámica del envejecimiento poblacional en la Ciudad de Buenos Aires”.
Durante el encuentro surgieron factores claves del envejecimiento poblacional en CABA que es resultado directo de dos fenómenos demográficos principales: la reducción de los niveles de mortalidad y una drástica disminución en las tasas de fecundidad. La esperanza de vida al nacer en CABA era de 77.2 años en 2010, superando la media nacional de 75.3 años. Además, la tasa global de fecundidad en la ciudad es de 1.1 hijos por mujer, por debajo de la tasa de reemplazo y significativamente inferior al promedio nacional de 1.4.
Esta transición demográfica ha sido particularmente acelerada en América Latina y el Caribe, donde el envejecimiento poblacional ha ocurrido en medio siglo, un proceso que tomó dos siglos en Europa.
A través de un análisis del perfil sociodemográfico de las personas mayores en CABA, con datos de 2017-2023 del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la UCA, reveló importantes matices:
Según la Situación Económica: La insuficiencia de ingresos es una preocupación latente. El 17.9% de las personas mayores y el 25.5% de los menores de 60 años percibieron sus ingresos como insuficientes para cubrir necesidades básicas y carecían de capacidad de ahorro. Esta situación es más pronunciada entre las mujeres mayores (19.8% versus 14.7% en varones) y entre aquellos de nivel socioeconómico “muy bajo”, donde casi la mitad (49.7%) reportó ingresos insuficientes. A pesar de esto, la pobreza multidimensional afectó a un porcentaje mucho menor de personas mayores (1.5%) en comparación con el grupo de menores de 60 años (12.5%). A través del Empleo: El empleo pleno es el predominante en ambos grupos, pero la precariedad laboral es más común entre las personas mayores, afectando a 3 de cada 10 adultos mayores activos y en relación a la Salud y Bienestar: Las personas mayores en CABA muestran mayores déficits en la percepción de su estado de salud y en la práctica de ejercicio físico. Dos de cada diez adultos mayores tienen problemas de salud crónicos o graves, y seis de cada diez no realizan ejercicio físico semanalmente. En cuanto al bienestar subjetivo, las personas mayores duplican la percepción de falta de proyectos personales, y un 10.1% carece de una red cercana de amigos y familiares.
El envejecimiento de la población implica una creciente demanda de cuidados. La estructura actual de prestación de cuidados en Argentina es considerada insuficiente, lo que podría agravarse en el futuro. Ante este panorama, los especialistas señalaron que “la dependencia no migró totalmente hacia las personas mayores” y que aún hay tiempo para actuar.
Entre las recomendaciones propuestas se incluyen: Mejorar la formación, certificación y registro de los cuidadores domiciliarios para profesionalizar el sector. Priorizar dispositivos que promuevan la autonomía funcional de las personas mayores, como centros de día y clubes. Fortalecer el sistema de cuidados básicos, incluyendo residencias de larga estadía. Transitar hacia un “paradigma de cuidados mixto” que combine infraestructura y servicios.
El CESBA se ha fijado como objetivo general analizar el impacto del envejecimiento poblacional en la demanda de bienes y servicios, identificar áreas críticas y oportunidades, evaluar la capacidad de respuesta de los sectores público y privado, y proponer políticas públicas que atiendan las necesidades de la población mayor.