En el marco de su programa de visita a las comunas porteñas, el presidente del Consejo Económico y Social de la Ciudad se reunió con las autoridades de la institución de salud para interiorizarse sobre su situación.
El hospital Argerich es uno de los centros de salud más importantes del sur de la Ciudad de Buenos Aires. Es considerado por los vecinos de La Boca, Barracas, San Telmo y barrios cercanos como el hospital que más los representa. En sus años de historia, millones de pacientes y enorme prestigio médico lo han convertido en una institución de referencia a nivel nacional. De enorme prestigio, y muy bien cuidado desde lo edilicio, el Argerich está enmarcado en el plan de desarrollo de Salud que lo transformará en uno de los cuatro hospitales de alta complejidad contemplados para la Ciudad de Buenos Aires.
El presidente del CESBA, Matías Tombolini, fue recibido por el director del hospital, el Dr. Néstor Hernández, y luego se unió al recorrido el subdirector de la institución, el Dr. Eduardo Nápoli. Ambos le detallaron a Tombolini algunos datos e inquietudes.
En el hospital se atienden diariamente entre 1.500 y 2.000 personas, entre pacientes de guardia y consultorios, y cuentan con una planta de 2.500 empleados, de los cuales 600 son residentes médicos.
Por ello, en términos generales, este hospital ubicado en la Comuna 4 es el más grande del país y su guardia, la más concurrida en la Argentina. Entre las especialidades que atiende se encuentran Cardiología-Hipertensión Arterial-Cardiología Chagas; Cirugía General; Clínica Médica; Flebología; Gastroenterología; Gerontología; Ginecología; Patologías Mamarias; Patología cervical; PAP- Colposcopía- COLPO; Medicina Familiar; Nefrología y Trasplante Renal; Neonatología; Neurología; Nutrición; Obstetricia; Oftalmología; Traumatología y Ortopedia; Otorrinolaringología. ORL; Pediatría; Proctología; Toxicología, y Urología.
Un capítulo destacable es el área de Hemodinamia, con un equipo de profesionales de excelencia que atiende pacientes con patologías cardíacas, en muchos casos de extrema urgencia, y un centro de Guardia de Infartos las 24 horas.
El principal obstáculo al que se enfrenta el hospital es la falta de nombramientos, que impacta directamente en la operatividad de los servicios, con un caudal de consultas y pacientes siempre en aumento. Por otro lado, aún no cuentan con las suficientes camas de internación, si bien están en proceso de incorporar más. El escaso recurso físico, sumado a la gran cantidad de pacientes derivados de otros hospitales que no cuentan con capacidad técnico-profesional para abordar situaciones de alta complejidad, complica la planificación de la atención. Por otra parte, los médicos se encontraron alarmados por el estado del sistema de salud de la Provincia de Buenos Aires, de donde llegan cada vez más pacientes.
