En Mandinga Tattoo, un emblemático local de tatuajes

El titular del Consejo, Matías Tombolini, visitó el lugar y charló con su dueño, Diego Starópoli, quien, además de trabajar para figuras del rock, realiza una importante tarea solidaria con pacientes quemados y con cáncer de mama.

Ubicado en Murguiondo al 4116, Mandinga Tattoo es un referente del tatuaje no solamente en la Argentina, sino en toda América Latina. No obstante, los comienzos no fueron fáciles para Diego Starópoli, el dueño de este local. CESBA en los barrios recorrió la Comuna 8 y el presidente del Consejo, Matías Tombolini, se encontró con él para conocer su historia.
Mandinga Tattoo nació en 1993. Diego, su dueño, había empezado a tatuar en el Mercado Central, y con ahorros de otros trabajos pudo abrir un local al que asistían exconvictos para borrar sus tatuajes. Al año tuvo que cerrarlo porque no podía mantenerlo.
Los números estaban en rojo, pero la pasión de Diego Starópoli por los tatuajes seguía intacta, y lo volvió a intentar en Villa Lugano. En ese momento, uno de los empleados del local ingresó como bajista al grupo de rock A.N.I.M.A.L., lo cual contribuyó a que el trabajo de Mandinga empezara a ser conocido en el ambiente del rock nacional en bandas como La Renga, Kapanga, Callejeros, y O’Connor. Diego ponía las fotos de los músicos que lo visitaban en la vidriera, al público le llamó la atención y se empezó a llenar de clientes.
Mandinga siguió creciendo y hoy tiene 25 empleados en un local que alberga. También, una peluquería, una barbería, un bar y un escenario para hacer shows musicales. Con las devaluaciones del peso, les subieron los insumos, ya que el 80% de las tintas y las máquinas son importados.
A pesar de los vaivenes del país, Diego Starópoli siempre se planteó nuevos desafíos: decidió organizar una convención de tatuajes que se convirtió en un éxito, el “Tattoo Show”; después, lanzó su propio programa de televisión, con el que obtuvo un Martín Fierro 2018 al mejor programa de cable en el rubro de Arte y Tendencia.
Además de su actividad comercial, desde hace cuatro años Diego dibuja de manera gratuita los pezones de mujeres que tuvieron cáncer de mama. Durante los primeros tres años de la iniciativa, ya había recibido más de 600 mujeres, no solo de nuestro país, sino también de Uruguay, Bolivia, Colombia y España. Además, tatúa a personas con quemaduras en su cuerpo y que, en muchos casos, tienen complejos con su apariencia.
La acción social de Mandinga también abarca el padrinazgo de escuelas. Para realizar este trabajo está en proceso de convertirse en una ONG, lo cual le facilitaría la logística para trasladar el personal y equipos en sus acciones solidarias. Durante la visita, el CESBA le ofreció su colaboración en esta tarea y quedaron en seguir en contacto.

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